En estas dos últimas sesiones vimos muchos términos y aspectos que conocía de forma muy superficial de modo que agradezco haber profundizado y haberlo hecho como siempre de manera práctica en la medida de lo posible. Nunca había trabajado en clase con diagramas de Venn ni tampoco había hecho actividades de Placemat, así que buscaré cómo puedo utilizar estos recursos en Secundaria o incluso en grupos de clases particulares. Se me ocurre que a lo mejor se podría sacar partido del diagrama a la hora de escribir una redacción, por ejemplo, o al hablar sobre pros y contras de algún tema. Al escribir ideas de esta manera sencilla y visual, después podría resultar más sencillo redactar un pequeño texto de manera ordenada y clara porque el alumno o alumnos ya tendrían el esquema hecho.
Uno de los temas que tratamos por encima por falta de tiempo fue el de la motivación. Considero que es fundamental el papel del profesor para fomentar que el alumno adquiera confianza en sí mismo y en sus capacidades así como para diseñar y reorganizar actividades o tareas enfocadas a producir interés y ganas de aprender.
Un término relacionado con la confianza es el de "error" y el tratamiento que se le da en el aula. El alumno no debe sentirse inseguro a la hora de equivocarse, es imposible aprender un nuevo idioma sin cometer errores. Nuestro papel como docentes es saber gestionarlos y nunca generar miedo al fracaso. Existe una tendencia a corregir de forma tradicional, justo cuando el alumno está hablando...muchas veces ellos mismos se dan cuenta de lo que han dicho mal y se corrigen y otras se les desanima. Es importante estimular la comunicación oral y la interacción, no podemos olvidar que cuando una persona está aprendiendo una lengua extranjera es parte del proceso equivocarse numerosas veces. Muchas veces se entorpece la expresión oral precisamente por corregir en el momento equivocado, considero que es muy importante dar prioridad al desarrollo de la fluidez. Corregir sí, pero debemos saber cuándo.
Un término relacionado con la confianza es el de "error" y el tratamiento que se le da en el aula. El alumno no debe sentirse inseguro a la hora de equivocarse, es imposible aprender un nuevo idioma sin cometer errores. Nuestro papel como docentes es saber gestionarlos y nunca generar miedo al fracaso. Existe una tendencia a corregir de forma tradicional, justo cuando el alumno está hablando...muchas veces ellos mismos se dan cuenta de lo que han dicho mal y se corrigen y otras se les desanima. Es importante estimular la comunicación oral y la interacción, no podemos olvidar que cuando una persona está aprendiendo una lengua extranjera es parte del proceso equivocarse numerosas veces. Muchas veces se entorpece la expresión oral precisamente por corregir en el momento equivocado, considero que es muy importante dar prioridad al desarrollo de la fluidez. Corregir sí, pero debemos saber cuándo.
Pasa muchas veces que algunos errores se asientan de modo que se hacen resistentes. Creo que a todos nos ha pasado en algún momento. Por este motivo a veces es tan importante detectar el error como saber por qué se produce, solo así podremos modificar la dinámica de manera eficaz. La lengua materna puede interferir y hacer que nos equivoquemos en algunas construcciones o expresiones. Muchas veces, tendemos a comparar la lengua extranjera con la materna buscando similitudes para fijar estructuras y esto no siempre funciona porque no lo podemos aplicar en todos los campos.
Creo que una de las formas más eficaces de corregir errores es cuándo somos conscientes de ellos y se utilizan estrategias de autocorrección. No se afianza del mismo modo lo que nos dicen desde fuera que lo que vemos nosotros mismos. Por ejemplo, si no recuerdo cómo se dice algo y alguien me lo dice al momento, lo recordaré hoy pero mañana tal vez no, en cambio, si yo misma lo busco en el diccionario tendré una imagen mental más clara.
Una opción para tratar errores en el aula es crear un taller de reparación en el que se trabajen los más comunes y se busquen recursos y herramientas para solventarlos. No a todos los alumnos les funciona lo mismo, de ahí la importancia de buscar el método que mejor se ajuste a cada uno.
Nuestra labor como docentes es conseguir que nuestros alumnos pierdan el miedo a equivocarse y a cometer errores en clase. Plantear el error como algo positivo y necesario que forma parte del camino hacia el aprendizaje es parte del proceso. Una idea es realizar una pequeña actividad a principio de curso en la que obtengamos información sobre lo que los estudiantes opinan de este aspecto; qué experiencia personal tienen hasta ahora, cómo se sienten, etc. Con esto conseguiremos poder planificar y organizar nuestra metodología.
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